Por trastorno compulsivo se entiende un comportamiento exagerado, una repetición excesiva de un deje o un gesto que en un principio podría parecer normal. Puede parecer normal que un perro se lama, pero no lo es que lo haga sin parar, fuera de sí. De hecho, uno de los principales trastornos es precisamente ese, un lamido exagerado que puede devenir en problemas de dermatitis (con diferentes niveles de lesión cutánea), principalmente en las patas.
Girar en círculos persiguiéndose la cola, perseguir luces, sombras o insectos, y morderse con mayor o menor intensidad son otras de las pistas más habituales de trastornos en perros, mientras que a los gatos se les atribuye un exceso de lametones, la masticación de plásticos y tejidos, la alopecia psicogénica o una sensibilidad y cansancios excesivos.
Causas
¿Qué factores causan esta clase de trastornos? Pregunta obligada que encuentra respuesta en varios frentes.
Las conductas compulsivas las pueden causar desde factores genéticos a cambios físicos o psicológicos. Todo lo que pueda significar estrés, frustración o miedo (una mudanza, un aumento de la familia, la muerte de un ser querido para él…) puede desembocar en tales problemas.